Día del Chardonnay

Todos los años, el último jueves de mayo se celebra el Día Internacional del Chardonnay. Reina indiscutida de las uvas blancas. La más afamada. La más prestigiosa. Símbolo inequívoco de la región de Borgoña, emblema de la viticultura de California, es también base de los Champagne y espumosos argentinos. Plantada en muchas partes del mundo, su presencia sobresale entre los viñedos de Sudáfrica, Australia y Chile.

Es una variedad muy versátil, refinada, que da vinos con muy buen potencial de guarda. Se lleva de maravillas con la crianza en barricas y, en términos generales, sus exponentes son untuosos, plenos, de enjundioso volumen, con notas aromáticas que nos remiten a manteca, frutas blancas, frutos secos (avellanas, almendras, nueces), cítricos y hasta tropicales, según la región.

Sin duda, los vinos elaborados a partir de la uva Chardonnay tienen estirpe, carácter y personalidad. Son estructurados y muy gastronómicos, pues maridan con un sinfín de platos. Su plasticidad y buena adaptación a diferentes suelos y climas, la han llevado al hall de la fama de la viticultura internacional.

En la Argentina es una de las variedades blancas más plantadas y, en la actualidad, existe un muy interesante abanico de estilos. El dato a tener en cuenta es que la encontramos en 16 de las 18 provincias productoras. Así, en nuestro territorio tenemos Chardonnay desde Chubut hasta Jujuy y de la región cordillerana hasta Chapadmalal.

Tal es su importancia en la industria local, que el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) la definió como “la variedad de uva blanca más conocida del mundo y también una de las de cultivo más ampliamente extendido por su buena adaptación climática".

Estilos variopintos

Históricamente, los Chardonnay han sido vinos blancos maduros, con marcada fermentación maloláctica y “maderosos”. Notas que recuerdan a manteca, miel y hasta flan con caramelo se asocian con este estilo denominado californiano.

Sin embargo, en el último decenio, las bodegas apostaron por un cambio, virando hacia líquidos con una acidez más refrescante, producto de una cosecha más temprana, y un menor contacto con la barrica. En este sentido, los winemakers recurren a barricas de segundo o tercer uso y un nivel de tostado muy sutil.

Envolventes, grasos, filosos, tensos, minerales, austeros o exuberantes, lo cierto es que los Chardonnay cautivan a los consumidores de todas las latitudes, siendo la cepa blanca más famosa del planeta.

A continuación, cuatro etiquetas imperdibles para celebrar con todas las loas al Chardonnay en su día:

María Carmen Chardonnay. Emblema de Bodegas Bianchi y símbolo de la fineza, elegancia, seducción y estirpe femenina. Un vino único, memorable, que despierta sensaciones maravillosas en el paladar. De carácter intenso, homenajea a una mujer excepcional, compañera de vida de Don Enzo Bianchi. Un vino atractivo, untuoso y de prolongadísimo final.

Famiglia Bianchi Chardonnay. Un exponente complejo e intenso, que enaltece la elegancia de la variedad blanca más importante del mundo. De buen volumen, untuoso, atractivo y complejo, las notas frutos secos aportados por su paso en roble lo hacen ideal para maridar pescados grasos, pollos y cortes de cerdo con vegetales grillados.

Famiglia Bianchi Extra Brut. De burbujas sutiles y chispeantes este espumante es refrescante y complejo, a la vez. Un exponente es ideal para aquellos que van detrás del equilibrio perfecto en una copa. Corte de Chardonnay y Pinot Noir, bajo el Método Tradicional. 

Estrella Bianchi Chardonnay. Blend de Chardonnay (54%) y Pinot Noir (46%), es un producto de intensos aromas frutados y frescos, amalgamados a la perfección con notas florales y frutales muy delicadas, refrescantes, con dejos de levadura, obtenidas de su contacto con las borras finas de la fermentación. En boca es fresco, envolvente, de acidez equilibrada, lo que le da buen volumen y personalidad.

El Día Internacional del Chardonnay es más que una simple celebración de una uva; es un reconocimiento al esfuerzo y la innovación de viticultores y enólogos alrededor del planeta. Desde los robustos blancos de Borgoña hasta los vibrantes espumantes de nuestro país, el Chardonnay sigue conquistando paladares en cada cosecha. Brindemos hoy no solo por la calidad excepcional de esta variedad, sino también por la pasión de aquellos que la trabajan, garantizando su disfrute en todo el mundo.